El
que está considerado como el animal más viejo del mundo,
un molusco bivalvo islandés, la almeja Arctica Islandica,
ha resultado ser aún más viejo de lo que pensaban los científicos
que lo descubrieron en 2006.
Entonces
fijaron su edad en 405 años. Una cifra asombrosa que llevó a Ming,
como fue bautizado, al Libro
Guinness de los Récords.
Ahora, sin embargo, se han dado cuenta de que la
almeja tenía en realidad un siglo más: 507 años.
Esto
es, Ming nació allá por 1499. Ese mismo año Francia y Venecia se
aliaban contra Milán y meses más tarde el rey Luis XII invadía el
ducado. Suiza se convertía en un estado independiente. Y Alonso de
Ojeda descubría Curaçao. Sólo siete años Cristóbal Colón había
descubierto América. Mientas todo esto ocurría, el bivalvo
comenzaba su vasta trayectoria vital.
La
parte triste de esta fascinante historia es que Ming está
muerto. Fueron los propios científicos los que, sin poder
sospechar su avanzadísima edad, pusieron fin a su vida cuando
abrieron su concha para investigarlo. A la respetable edad de 507
años, Ming moría.
«Nos
equivocamos la primera vez y quizás nos apresuramos un poco al
publicar nuestro hallazgo. Pero ahora estamos completamente seguros
de que hemos dado con la edad correcta», aseguró el científico
marino Paul Butler, de la Bangor
University de
Gales, Reino Unido, a la revista
especializada «ScienceNordic».
Error de cálculo
La
confusión tiene una explicación sencilla. Para calcular la edad se
contaron los anillos visibles en la concha, tanto en el exterior
como en el interior. Recuerda, inevitablemente, a la forma de
calcular la edad de un árbol. Dada la avanzada edad de Ming, y la
profusión de anillos, estos se habían comprimido. En definitiva:
los científicos se han dado cuenta ahora de que se habían dejado
unos cuantos sin contar. Los equivalentes a unos 100 años.
Asimismo
se han aplicado otros métodos, que describe el biólogo mariono Rob
Witbaard, del Royal
Netherlands Institute for Sea Research,
de nuevo a «ScienceNordic»: «La edad se ha confirmado mediante
varios métodos, incluidas técnicas geotérmicas como el método del
carbón-14. Estoy muy seguro de que esta vez han dado con la edad
correcta. Si hay algún error, sólo puede ser por un año o dos».
Los
científicos aseguran que el estudio de Ming permitirá analizar
los cambios climáticos que
se han producido desde su nacimiento, poco antes del año 1.500,
hasta nuestros días. Explican que el bivalvo constituye, en sí
mismo, una prueba año a año de la temperatura del océano.
Una vida a cámara lenta
La
extraordinaria edad de Ming sorprende un poco menos si se tiene en
cuenta que el anterior animal que ostentaba el récord de ser el más
viejo era otra almeja Arctica Islandica, de 220 años y capturada en
1982.
La
explicación a esta longevidad única parece residir en su
metabolismo. Una
vida a cámara lenta.
Así lo entiende la bióloga marina Doris Abele, del Alfred
Wegener Institute alemán,
a quien «ScienceNordic» cita ofreciendo la siguiente explicación:
«Su consumo de oxígeno es muy bajo. Cuando un animal tiene un
metabolismo tan lento, normalmetne significa que su arco vital es muy
largo. Pero también creo que parte de la razón reside en sus
genes».
Una
larguísima vida que terminó abruptamente en 2006. Los
investigadores lamentan el fallecimiento de Ming pero se
defienden. «Hay que tener en cuenta que en aquella expedición
capturamos 200 bivalvos. Miles de almejas son capturadas cada año
para su venta, así que es totalmente factible que algunos pescadores
hayan capturado algún ejemplar tan viejo o más que el nuestro»,
explica Butler.
Aunque
Ming ocupa una flamante página en el libro Guinness de los Récords,
se sospecha que existen criaturas que son, a la vez, más
antiguas y
aún más longevas. Gusanos y esponjas, como los hexactinélidos,
cuyos especímenes podrían alcanzar la apabullante edad de 23.000
años.
Fuente: ABC
0 comentarios:
Publicar un comentario
¿Quieres comentar esta notícia? ¡Adelante!