El
cementerio de Ponteareas ha sido el escenario de un hallazgo inusual.
El enterrador, a su vuelta de unos días de vacaciones, encontró un
féretro abandonado que estaba usado, aunque en su interior no había
restos. Al lugar donde apareció, situado junto a un desnivel de una
zona boscosa, se puede acceder desde el exterior, pero también desde
el interior del cementerio, que está abierto en horario laborable,
de manera que los familiares y cualquier persona se pueden acercar
allí para rezar por sus difuntos o llevarles flores.
El
ataúd encontrado es de madera maciza de tipo noble, parecida a la
caoba y, a pesar de los años que debe de tener, presenta un buen
estado de conservación, lo que no es frecuente. Al cabo de cinco
años de un fallecimiento se pueden practicar desenterramientos para
dar cabida a otros muertos.
Normalmente,
cuando tienen lugar las exhumaciones se extraen ataúdes que
prácticamente han quedado reducidos a polvo, ya que el material que
se usa normalmente para las cajas es DM, un tipo de cartón prensado
que semeja madera. Cerca del lugar donde apareció la caja de madera
abandonada se acumulan restos de flores, coronas y otros
desperdicios. Cuando llevan mucho tiempo sobre las tumbas y se secan,
las flores se incineran. En esta parte exterior del muro de cierre
perimetral son visibles los nuevos nichos que se han colocado junto a
la pared y que ya han empezado a acoger los restos mortales de los
fallecidos en el municipio en los últimos años.
La
ley obliga a los cementerios a tener en funcionamiento un horno
crematorio para este tipo de restos que están en contacto con los
fallecidos, según denuncia el sindicato CIG. El fin es evitar
contagios por proliferación de hongos y bacterias. Pero en el caso
del cementerio municipal de Ponteareas no existen instalaciones
adecuadas para quemar los ornatos utilizados. Tampoco hay horno
crematorio. Las familias que desean incinerar a sus seres queridos
tienen que trasladarlos a Redondela o Vigo, donde sí existen estas
instalaciones. El sindicato señala que el Ayuntamiento no dispone de
un sistema adecuado para la eliminación de ropas, maderas y demás
residuos procedentes de la evacuación y limpieza de sepulturas o del
conjunto del cementerio. Como no existe un horno, se realizan a mano
quemas de restos en un descampado de gran extensión situado junto al
cementerio.
Fuente: La Voz de Galicia
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